ANA BOTELLA (O como darle la razón a Einstein cuando dijo aquello de que la estupidez era infinita)

La ex primera dama española durante el gobierno Aznar ha dejado muchas muestras de su peculiar sentido de la realidad. Todavía se recuerda con incredulidad la primera medida que tomo cuando fue nombrada por el alcalde Gallardón como responsable de la Concejalía de Empleo y Servicios al Ciudadano; gastar 15 millones de euros en trasladar dicha concejalía al barrio de Salamanca, uno de los más caros de Madrid. Lo que en una ciudad con tantas necesidades sociales dejo bien claro cuales eran las elitistas prioridades de la señora Botella, a la que en la foto podemos ver con un faisán el la cabeza.

“Y SI MI ABUELA TUVIERA RUEDAS SERIA UNA BICICLETA”

Inolvidable resultó por otra parte su pretendidamente convincente e irrefutable razonamiento contra la ley que finalmente aprobó en España los matrimonios entre homosexuales: "El matrimonio entre homosexuales es tratar de la misma manera lo que es diferente. Si se suman dos manzanas, pues da dos manzanas. Y se suman una manzana y una pera nunca puede dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta", decía. Años después todavía hay risas con el tema.

“EL HORROR… EL HORROR”

Pero todo es superable… imaginen; Noveno Congreso Nacional del Medio Ambiente, un pabellón repleto de especialistas y gente sensible intentando buscar soluciones a los problemas que los humanoides están causando con su desenfrenado impacto. Turno de palabra para la delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, la señora Ana Botella que deja a los presentes helados al decir literalmente: "El ser humano es el centro del mundo" y por lo tanto "el planeta está a su servicio". El revuelo que se formó no fué manco.

“LA ÚLTIMA LOCURA”

Madrid, una de las ciudades europeas con los niveles más altos de contaminación según los estudios. Es decir; una ciudad que incumple la legislación sobre la calidad del aire. Es decir; cuyos ciudadanos tienen peor calidad de vida. Es decir; sufren o sufrirán asma, alergia, problemas respiratorios y cardiovasculares e incluso que aumente la mortalidad infantil.

Con este panorama la muy católica y romana concejala de Medio Ambiente de la ciudad, es decir; Ana Botella cree que la contaminación y la boina negra que rodea Madrid “no es un problema” y todo es una visión “Catastrofista” por parte de los ecologistas. Aun así, ya está en marcha un plan magistral para reducir los índices de contaminación en la ciudad, este es; retirar los elementos medidores de la contaminación atmosférica de los lugares con más densidad de tráfico y trasladarlos a otros lugares del extrarradio donde no haya tantos malos humos. Como ven, amigos humanoides, un planteamiento digno del mismísimo Jehová. Al trasladar 19 de esos 27 medidores, los niveles registrados de contaminación descenderán. Un tipo de lógica hermanada con la del ex Presidente Bush – tan admirado por su esposo el ex Presidente “Ansar”- cuando anuncio que para frenar los incendios que azotaban los U.S.A la solución era cortar los arboles… Sin árboles no hay incendio… Sin medidores de contaminación, pues tampoco hay contaminación… ¡¡SOCORRO!!