martes, 16 de febrero de 2010

COMO UN RÍO CONTAMINADO QUE FLUYE de Charles Bukowski



COMO UN RÍO CONTAMINADO QUE FLUYE

Las autopistas son un entramado
psicológico de
almas perdidas,
flores que agonizan en la hora agonizante
del día que agoniza.

coches viejos, conductores jóvenes,
nuevos modelos conducidos por
hombres entrados en años, conducidos por
conductores sin carné, por conductores
borrachos, por conductores drogados,
por conductores suicidas, por conductores
superprecavidos (los peores)

conductores con mente de camello,
conductores que se mean en el asiento,
conductores con ganas de matar,
conductores que se pirran por apostatar,
conductores que culpan a los demás,
conductores que odian a todo el mundo,
conductores que llevan armas.

conductores que no saben
para qué es el
retrovisor,
para qué son los intermitentes,
conductores que conducen sin frenos,
conductores que conducen con las ruedas gastadas.
conductores que conducen despacio por el carril rápido,
conductores que odian a sus esposas o sus maridos,
y quieren hacerte pagar por ello.
Conductores en paro, cabreados.
todos ellos representan a
la humanidad en general, furiosos por completo, dementes,
vengativos, rencorosos, moradores baratos de nuestra cultura, carroñeros,
chacales, tiburones, pececillos, rayas, piojos…

todos en la autopista a tu lado
pegados a tu parachoques,
te cortan el paso,
se engañan a sí mismos,
te miran desdeñosos,
con la peor música jamás compuesta en su radio,
el depósito de gasolina casi vacío,
el motor sobrecalentado,
pensando en la siguiente colina,
no saben conducir,
ni vivir,
saben menos que un caracol camino ce su casa.

son lo que ves todos los días
yendo de ninguna parte a ninguna parte,
eligen presidentes, procrean, decoran sus
árboles de Navidad.
lo que ves en la autopista es justo lo que hay,
un cortejo fúnebre de los muertos,
el mayor horror de nuestra época en movimiento.

¡nos vemos allí mañana!

Charles Bukowski

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