martes, 16 de febrero de 2010

HUMANO, DEMASIADO HUMANO


“HUMANO SOY DEMASIADO HUMANO
SI FUERA UN ANIMAL SERIA MAS HONRADO
HUMANO SOY DEMASIADO HUMANO
COMO ME ARREPIENTO DE HABER BAJADO DEL ARBOL”

"Def Con Dos"

Reflexionaba hace un tiempo con unos amigos de lo aterrador que resulta pensar en manos de quien está el mundo. Es decir, de los humanos. Si... los humanos, animales racionales, empeñados en realizar cosas irracionales. Pero Animales, a pesar de nuestro empeño de olvidarnos de este hecho y renegar de nuestro origen y verdad, empleando eufemismos para referirnos a nosotros mismos como “Especie superior”. Muy bien, llevamos traje y corbata, conducimos ingenios mecanicos, acudimos a actos sociales elegantemente vestidos, arreglamos nuestras dentaduras en el dentista, entregamos nuestra tarjeta con educación, vamos a restaurantes... pero, cuando nadie nos ve... nos metemos el dedo en el culo y lo olemos, como los monos. Nos rascamos nuestros genitales y los olemos, como los monos. Sacamos el cerumen de nuestros oidos y lo olemos, como los monos... Podría seguir, pero no quiero ser demasiado escatologico. Lo verdaderamente aterrador es que este gesto natural e inherente al hominido, y por tanto al ser humano lo hace desde el presidente estadounidense Obama, al cacique Venezolano Chavez, lo hace el cocinero que te prepara la cena con la que vas a sorprender a tu chica, lo hace Ahmanideyad, mientras en la su soledad de su intimidad piensa como fundiría a Israel con unas buenas cabezas nucleares, lo hace el cura con los mismos dedos que sostienen la comunion que mete en tu boca, lo hace el banquero mientras ve el aumento de los beneficios, lo hace esa chica tan guapa a la que siempre miras en la parada del autobus... ¡¡LO HACEMOS TODOS!! ... aunque nunca lo reconoceremos publicamente, claro. Y eso por no hablar de la terapeutica masturbación, que es otro tema. Siempre nos reimos de los pobres monos del zoo, con su compulsión a masturbarse publicamente, pero es que si tú estuvieras en una jaula todo el puñetero día apuesto a que acabarias igual que nuestros pobres primos, de hecho, al humano no le hace falta estar encerrado para pensar en la vecina con su mano, cualquier momento es bueno para pelarsela, aunque eso si, no en público... Tod@s nos la pelamos, como todos cagamos, reyes y vasallos... y como decia al principio, lo aterrador es imaginarse que los que gobiernan este mundo no son precisamente seres elevados en un plano fisico ni espiritual... ¡¡SON COMO NOSOTROS!!... Es decir, animales demasiado humanos. Los monos, al menos, no especulan en bolsa para arruinar a sus congéneres.

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