El humanoide de la fotografía que pateticamente saca pecho y esconde barriga entre añejos muebles castellanos es Samuel Martín (27 años), párroco de un pequeño pueblo toledano que ademas de despistar dinero de la parroquia-hasta 17.000 euros-para costearse llamadas a teléfonos eroticos y paginas web porno de paganini, ofrecia sus favores sexuales como Gigolo con el siguiente anuncio: “Héctor, hombre hetero español, al servicio de tu felicidad”. “Para mujeres y parejas, bien dotado (15 cm). Estoy abierto a todo excepto al sado, no os arrepentiréis, os haré gozar de felicidad como nunca“. En realidad nada nuevo; todo el mundo liberado de supersticiones sabe que hay mucho vicio en los estados pontificios, como cantaban unos amigos mios. Todo el mundo que "entienda" del tema, sabe que hay más curas gays que aspirantes para entrar en "O.T" y "Gran Hermano" juntos. Todos sabemos que para el Vaticano el dinero es el verdadero Dios, de hecho sus cuentas y movimientos son tan opacos como las gafas de Carlos Fabra... Eso por no hablar de los múltiples casos de pederastia entre el clero... vamos que la metáfora del cesto de las manzanas podridas podria verse a la inversa, y creo que lo que deberian de hacer los fieles y sacerdotes nobles e integros (verdaderamente cristianos), como ya hiciera nuestro admirado Vicente Ferrer, es abandonar el cesto antes de pudrirse entre tantas mentiras y fariseismo. Pero volvamos al hombre de la foto. El motivo por el que incluimos a este personaje -el Señor perdone a todos los que se van a descojonar de él- no es por sus humanas corrupciones, (yo también las tengo, y ya sabeis "El que este libre de pecado que tire la primera piedra...") El motivo de incluirle en este blog es sencillamente por su estupidez... Vamos, que colgar un anuncio como ese, con una foto como esa en internet siendo cura... ¿Es que no sabía este hombre que Dios lo ve todo?... incluso internet...
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